Sueños: ¿imaginación o realidad?
Recibimos tantos sueños durante nuestra vida. Tanta información a la que no prestamos atención cuando somos menos espirituales... Tanta información que se revela cuando dormimos, a través de nuestros sueños.
Sin embargo, esta pregunta siempre ha estado presente en la mente de los humanos: ¿son reales los sueños? ¿Cuál es el significado de esta gigantesca cantidad de información que se descarga en nuestra conciencia cada noche? Debemos imaginar que el universo es como una “Nube” en la que todos vivimos… Y nuestra alma es como nuestra propia computadora personal, que está siempre conectada a esta gigantesca “Nube” universal, y que constantemente recibe y envía datos.
¿Qué son los sueños?
En el antiguo idioma sánscrito, los sueños se llaman “Sapna”, que significa “algo que nos concierne”. A lo largo del día y a lo largo de los años, registramos muchas experiencias dentro de nosotros, algunas de ellas son conscientes y otras se vuelven inconscientes dentro de nosotros.
Incluso si ciertas experiencias (como a veces un trauma) pueden ser reprimidas momentáneamente, reprimidas en nuestro inconsciente, nuestra mente usa este mecanismo para protegerse, como mecanismo de defensa. Pero nada se pierde, todo queda grabado, y se puede resolver cuando poco a poco vamos tomando conciencia de estas partes de nosotros mismos, de estos % de recuerdos...
¿Por qué soñamos?
Soñar es un fenómeno natural, al igual que todos tenemos otras actividades naturales como lavarnos, ir al baño, comer, etc. Lo que la mente no es capaz de procesar o integrar inmediatamente, comienza a proyectarlo en nuestros sueños para llamar nuestra atención y comenzar un trabajo de limpieza interior. Lo que esto significa es que las cosas que no podemos entender o digerir inmediatamente permanecen retenidas dentro de nosotros hasta que estemos listos para realizar el trabajo interior. Esto se puede hacer decodificandolos para extraer el verdadero significado, es decir el significado simbólico, con el fin de rectificar los patrones que ya no son funcionales.
Se necesita una comprensión profunda, a través del lenguaje simbólico, para poder comprender nuestros sueños y utilizar esta información para cambiar, evolucionar. Porque un solo sueño, bien decodificado, puede cambiar una vida, a través de lo que nos muestra sobre nosotros mismos, y los cambios que podemos crear incluso en la vida concreta gracias a estas tomas de conciencia...
Los sueños son nuestra propia realidad interior.
Sí, los sueños son reales... Y pueden ser incluso más reales que nuestras vidas concretas. Los sueños nos revelan diversas facetas de nuestra personalidad que experimentamos a lo largo de nuestra vida a través de los roles que vivimos (niño, padre, amigo, cónyuge, estudiante, trabajador, etc.). Los sueños nos muestran nuestros bloqueos, nuestras debilidades, pero también nuestras fortalezas, nuestras cualidades.
Muy a menudo, la mente consciente tiende a rechazar lo que no le gusta, crea una fachada para escapar de lo que le pone en dificultades y sobre lo que requiere esfuerzo trabajar. Pero los sueños abren el velo, sin prejuicios, y nos muestran claramente lo que necesitamos rectificar en nuestro interior, y también nuestras potencialidades. Por eso los sueños hablan de nosotros mismos... Nos hablan de quiénes hemos sido, quiénes somos y quiénes podemos llegar a ser.
Los sueños nos muestran lo que a veces nos ocultamos a nosotros mismos, debido a nuestros mecanismos de protección. Son verdaderos reflejos de quiénes somos realmente en el fondo. Como el agua clara, los sueños nos muestran las diferentes facetas de nuestra personalidad profunda, las buenas y las malas. Entonces sí… ¡Los sueños son muy reales y tienen muchos secretos que revelarnos! Secretos, que, bien utilizados, pueden conducirnos a las más altas cualidades... A una mejor versión de nosotros mismos...
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