Sueño #1: Cáncer de garganta
Estaba en el hospital y era casi como si estuviera flotando. Me vi tumbado en una cama de hospital, y un poco más lejos, un equipo médico formado por hombres y mujeres vestidos de azul conversaban alrededor de una mesa. Estaba bajando del aire y era como si estuviera reingresando a mi cuerpo. Sabía que tenía cáncer de garganta y el equipo médico también. Existía, sin embargo, la idea de tener que validar el diagnóstico para estar seguros. Pero todo parecía apuntar a eso. Los médicos y enfermeras estaban consternados por mi condición y hablaban sobre el tratamiento que iba a recibir. Hablaron de ángeles como medio de curación y también se habló de 2 o 3 libros de ángeles. Asimismo. Un locutor me iba a leer mis 3 ángeles (en el sueño era como si no los conociera, o si sólo conociera 1 de 3; realmente tuve la impresión de descubrirlos). Entonces cambio de ambiente y me encuentro en el pórtico de entrada a la casa de mi padre (no la puerta principal, sino la que da al despacho). El señor Gilbert, el ex director de mi escuela, me dice que tengo cáncer de garganta y que tendré que someterme a una operación de emergencia. A lo largo del sueño. Analizo la situación con lenguaje simbólico. Análisis: Cuando me desperté (e incluso mientras escribía este sueño hoy), sentí que se me hacía un nudo en la garganta. Visito recuerdos y modos de funcionamiento vinculados a la comunicación que entiendo que debo sanar bastante rápido, sin miedo. Debo iniciar todo un movimiento curativo en mi comunicación.
Sueño #2: Una cantidad enorme
Sueño: Sabía que Suzanne, que trabajaba para una organización, había ganado un premio magnífico: miles de millones o billones. La cantidad comenzaba con un 4 y continuaba con varios dígitos: 4 --- --- ---. --. Sólo recuerdo el número 4 al principio. ¿Cómo lo aprendí? El sueño no lo dice. Tenía en la mano la confirmación de su victoria. ¿Cómo recibí esta confirmación? El sueño no lo dice. Entonces me comuniqué por correo con Suzanne, que estaba manejando un proyecto en el extranjero en nombre de la organización, para notificarle su victoria. Tuvo que regresar a Canadá para reclamar esta cantidad. Por carta me respondió que no podía venir a Canadá porque estaba terminando el importante proyecto que le habían confiado. Entonces decidí llamar para concertar una cita con su jefe. Mi intención era informarle del hecho de la ganancia en cuestión para Suzanne (cantidad de dinero que Suzanne tendría derecho a conservar para ella o a compartir con la organización. Si así lo deseaba. Nota: yo no pertenecía a esta organización). Quizás le permitirían regresar al país mientras reclamaba el monto. Luego podría regresar al extranjero y completar el famoso proyecto. Por teléfono me dijeron que la señora en cuestión no podía recibirme. Su agenda no se lo permite por el momento. “Perfecto”, me dije, “imprimiré la confirmación del premio y se la enviaré al jefe”. Me desperté mientras estaba imprimiendo. ¿Quién es esta Susana? No la conocía mucho. Una persona muy amable capaz de asumir responsabilidades de buen humor. El jefe: No la conocía de nada.