Los símbolos están en todas partes, incluso cuando no los notas


Ecuaciones de conciencia

Los estados de conciencia y los campos de conciencia constituyen el vocabulario –incluso el alfabeto– del universo, y se nos presentan en forma de símbolos, tanto en la realidad concreta como en nuestros sueños.

Detrás de una flor, por ejemplo, hay un estado de conciencia o un estado de ánimo particular. Cuando le decimos a alguien: “Eres como una flor”, en realidad queremos decir: “De ti emana una hermosa dulzura, un hermoso sentimiento”, porque la persona desprende tal aroma.

Los símbolos son parte de nuestra vida cotidiana.

Una simple mesa, por ejemplo, es mucho más que una mesa. Es un símbolo de compartir porque lo usamos para compartir una comida, charlar con otros, intercambiar ideas en el trabajo, etc.

Si está limpio, hermoso, sólido, brillante, etc., representa aspectos positivos de compartir, mientras que si está desordenado, sucio, dañado, etc., refleja aspectos negativos relacionados con compartir.


todo es energia

Estamos acostumbrados a este lenguaje con nuestros poetas y cantantes: se expresan mediante símbolos que representan estados de ánimo.

La idea es la misma con los símbolos que aparecen en los sueños.

La investigación en física cuántica ha demostrado que cuando nos sumergimos en lo infinitamente pequeño, cuando vamos más allá de las partículas que constituyen la materia, sólo hay energía, ya no hay materia.

La materia es, por tanto, una ilusión, en el sentido de que lo que creemos que es un objeto, un animal o una persona, en realidad, es un conjunto de vibraciones.

Por tanto, un objeto es más que un objeto. Más allá de su realidad física, también tiene una realidad metafísica y simbólica.

Símbolos universales o personales.

Hay toda una gradación en la universalidad de los símbolos; algunos son más universales que otros. Por ejemplo, los elementos fuego, aire, agua y tierra, y los reinos –mineral, vegetal, animal, etc. – tener un carácter verdaderamente universal.

Sólo ellos abarcan todo lo que existe en la Tierra. Lo mismo ocurre con los colores, a los que podemos referirnos en cualquier parte de nuestro campo visual.

Estos símbolos tienen el mismo significado para todos, y esto es parte de su universalidad. Otros símbolos tienen un significado que varía según la experiencia o cultura personal, familiar o étnica.